Por Abel Bermúdez, José carlos Benjumea, Tobías Paz y Ángela Requena

Don Juan Tenorio (Sevilla) viene al IES Mercedes Labrador para conceder una entrevista a diferentes medios de comunicación como el nuestro, NúcleosTV.

Vino acompañado de Doña Inés la cual también respondió las preguntas pertinentes. Esta obra es muy conocida en el teatro español, Don Juan desafía las normas sociales y morales de su época, la obra está desarrollada por el amor, la pasión y la salud. Esta obra es una de la más influyentes en la literatura española y ha sido interpretada muchas veces a lo largo de los años. 

Don Juan, ¿tuviste alguna enfermedad por causa de las relaciones sexuales?

¿Perdón? enferme… ¿qué? ¿Usted cree que con este porte los virus me van a afectar? No cabe duda de que no. 

¿Cree usted que a lo largos del transcurso de su vida todas sus malas acciones merecieron la pena?

¿Malas acciones…? ¿A qué se refiere? Si yo nunca he hecho nada malo…

Me refiero a seducciones, adulterio, asesinatos de muchos hombres, deshonra de mujeres, etc… y solo por una estúpida apuesta. 

Creo que usted debería viajar conmigo al siglo XVI y conocer lo que los duelos son. Los duelos no son asesinatos, son actos de honor, de defensa de la familia con lo cual no soy un asesino. Y en cuanto a mi relaciones sexuales ya ha visto usted como a lo largo de mi viaje, con este porte, se han tirado a mis pies. Yo simplemente les he hecho conocer… la felicidad. 

Doña Inés, si tan enamorada estaba de Don Juan, ¿por qué no pensó en escaparse a Italia junto a él? 

Porque hay veces que la vida te pone en aprietos y tienes que tomar decisiones difíciles y al final, como habéis podido comprobar en mi relato, yo quería su salvación y sabía que no se la podía dar si me iba con él. 

Don Juan, ¿usted sabe lo que es la pedofilia? Y si es así, ¿por qué la practicaba? 

A mí desde pequeño en mi casa me enseñaron que los gases internos se solían depositar en la intimidad del aseo. 

Con pedofilia me refería a mantener relaciones con una persona 15 años menor que tú, y por ende, menor de edad. 

La mujer en aquella época no era ni mayor ni menor de edad, era una persona a la que teníamos que adorar,  mantener y, por supuesto, satisfacer sus necesidades ya sean alimenticias, amatorias… Y no importaba la edad. Es más, una de mis primeras conquistas, que incluso se me presentó para el matrimonio con ella, tenía tan solo 9 años. Se sorprenderán ustedes, pero en la época en la que nosotros vivíamos, en la primera menarquía, se ofrecían a las mujeres en matrimonio ya que darían felicidad y muchos hijos a la familia. 

Cuando usted secuestró a Doña Inés para enamorarla, ¿le contó todo lo que había hecho con más mujeres? 

No, ya sabe usted, los trapos sucios se lavan en casa y eso es lo mejor que alguien le puede dar al matrimonio. Al igual que Doña Inés nunca tuvo experiencia en las relaciones antes de que llegara yo, ella debía pensar lo mismo de mí y eso, fuera lo que fuera, hizo feliz nuestra relación mientras duró. 

El pasado , pasado está. 

Y así, ambos volvieron al infierno. Gracias a esta entrevista nos damos cuenta de cómo funcionaba la sociedad en ese tiempo. La gente no cambiaba porque no había nadie que juzgase sus acciones tal y como se juzgan ahora. Actualmente se castigaría de alguna forma, ya sea, socialmente o de manera penal.

Al conocer un poco más al personaje de Don Juan Tenorio y Doña Inés podemos ver la manera en la que la sociedad se distribuía y se organizaba, además de todos los avances a nivel moral que se han dado.